Los advenedizos copiaron las Tablas de la Ley
a mano diestra a puño alzado con faltas de ortografía
falsificaron mal los patronímicos y los sobrenombres
Así fue posible que lo sumo se hizo vulgar y manifiesto
el unicornio minucioso en la polvareda
y de la cañada a un paso del precipicio
del barranco del despeñadero
Adulteraron mal los alias y los apellidos
Qué puede inventar un individuo que se consume en la vida
resistir al sueño cargado de apetitos y de ansias
durante el copular primaveral de
los pardillos en el pajar medianero
Difícil concebir que un mortal es el fruto de la más
pura abstracción de la apetencia carnal
Los advenedizos copiaron las Tablas de la Ley
a mano diestra a puño alzado con faltas ortográficas
remedaron mal los apelativos y los nombres
sofisticaron mal los apodos y los títulos
no fue la quebrada ni puente sobre un río
las semillas precipitándose en la vaguada
y los lagartos
que llegan a cientos
del polvo a la grava brillante en la que vagan entre los arenales
Raro es lo que atraviesa un duplicado en la naturaleza intacta
la trenza impregnada de lluvia en noches de borrasca
Miro entonces las olas desde la orilla del vestisquero
con los pies próximos al vértigo
la tierra recién llovida en la pradera devastada
escasamente sé ahora bosquejar en donde la pesadilla
es capaz de trasponer los sueños
para deambular desnudo sobre un cuerpo mojado
y sentir que no ha habido imperfección ni culpa
Los advenedizos copiaron las Tablas de la Ley
a mano diestra a puño alzado con faltas ortográficas
calcaron mal los seudónimos y las gracias
calcularon mal las rentas y los intereses
Advenedizos de Sergio Badilla
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