¡Qué bien se hace contigo, vida mía!
Muchas mujeres lo hacen bien
pero ninguna como tú.
La Sulanita, en la gloria,
se asoma a verte hacerlo.
Y yo le digo que no,
que nos deje, que ya lo escribiré.
Pero si lo escribiese
te velverías legendaria.
Y no creo en la poesía autobiográfica
ni me conviene hacerte propaganda.
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