No eran tan sólo cuerpos
aquello que yo amaba, había algo distinto,
alguna cosa, al menos entre los más queridos,
además de la línea perfecta o la sonrisa, tan hermosas.
Sí, es cierto que fueron muy hermosos
los cuerpos que yo amé, a través de las noches,
mucho más que a mí mismo y mucho más que a todo.
Sin embargo, los cuerpos no eran tan sólo amables,
no eran tan sólo hermosos.
Había algo distinto muy amado en los cuerpos.
Añadir un comentario