Nunca tanto me abatí como aquellos
que en un ojo, mejilla, labio, hacen presa;
Rara vez hasta aquellos que más no se remontan
que para admirar virtud o mente:
pues sentido e inteligencia pueden
conocer aquello que su fuego aviva.
Mi amor, aunque ignorante, es más audaz.
Fracase yo cuando suspire,
si he de saber qué desearé.
Si es simplemente lo perfecto
lo que expresarse no se puede
sino con negativos, así es mi amor.
Al todo que todos aman digo no.
Si quien descifrar puede
aquello que desconocemos, a nosotros, conocer puede,
enséñeme él esa nada. Ëste, por ahora,
mi alivio es y mi consuelo:
aun cuando no progreso, fallar no puedo.
Versión de Purificación Ribes
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