Porque eres viajero
mi amor siempre tiene
dolor de adioses.
Un día te irás.
Pasajero huésped,
te esconderán otras caras,
otros nombres
y otros brazos.
Una postal vendrá
desde remotos paisajes.
Retratos tuyos me traerán
un eco de tu mirada azul
que temblará en mis manos.
Te irás porque eres marino
perseguidor de horizontes
en tu alucinada brújula
de nortes imposibles.
Te irás y lo nuestro
será sueño y olvido.
Por eso
no me preguntes,
ahora,
por qué mi amor
siempre tiene
dolor de adioses…
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