He visto
en mi salto
a un hombre
que caía
sube Altazor
los paracaídas
son muletas
de la muerte
en los tobillos
atesoramos
enormes reservas
de energía
gatíllalas en seguida
y sígueme
no hemos de tener
frío
en el origen
de los cielos
y las palabras no demandan
más combustión
que la ventana abierta
a las ráfagas
del miedo
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