Cuando el río suena
Orinocos arrastra
Si al cruzar la cola de un astro
llueve cenizas
Sí espuman las rocas
sus verdes cristales
me siento y escribo
Cuando arde la casa
prendidas las sombras
estalla el silencio
abierto alarido
Si un nombre sin nombre
a mi boca sube
un ruego
una súplica
y nadie responde
entonces mal-digo.
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