No llores, bestia dulce, trino del hambre.
Mira esta luna atorada entre mis pechos.
Te daré teta, como la madre gata,
con barriga de ensueño, con mamas de franela.
No llores más, cachorro, por tu rosal de leche
y el goterón de nube de mis ubres doradas.
No llores más, ternero de belfos de penumbra.
Te daré teta, como la madre vaca,
con reguerete lácteo, tazón de mansedumbre,
que todo cuanto nutre nunca es vano.
No llores más, oh hambre de la tierra.
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