Un portrait porte absence et présence…
Pascal
Me hiere tu silencio
brevemente cubierto
de laureles. Todavía
te miro como a una sombra
que se divide, a veces,
en fragmentos milenarios:
aquí la nube, allá
el vacilante aroma de la tierra.
Paso a paso, naufragando
detrás de cada muro,
acontece mi sueño, renacido
entre semillas cotidianas;
paso a paso. Manchas, flores
de grave claroscuro. Noble desierto
en que se pierden los exilios
numerosos; en que los enigmas
desbordan el cauce de la carne
y sollozan una vaga muerte
de aire macizo. Espejos
que se vuelven puntas de fuego.
Laberinto…
Todas las señales
presagian el hondo amanecer alado.
Pero tu voz no llega.
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