A Nela Río
¿Para qué escribo?
Para crucificarme y resucitar luego como tierra húmeda e inocente.
Para ser el último y el primero.
Para detener de una vez el río en la mano y beber agua.
Para que quienes beban las gotas sepan que hay río.
Porque los colmillos hacen ruido de frío, piedra y furia
Y porque las sombras de mis días y noches pierden todos los jeroglíficos.
Para que me entiendan y no me entiendan los que pasean en las calles
[con sombreros de todo tipo.
Para que quienes entiendan me inventen sin dolores de espalda.
Escribo para sembrar cenizas de colores en la soledad vasta
[y el gran silencio
Y porque sin besar, beso, y sin morir, muero.
Y me escapo con las manos llenas de insomnios indignos
Para transformar las noches en una luz feliz y el día en dos sueños rojos.
Escribo para repetirme hasta el olvido y recordarlo en cada verso
Y porque así el principio y el fin se tornan inagotables.