Si eres tú la que busco
ven en la noche de perdidos reflejos,
si eres el cuerpo amado
ven entre árboles, entre canciones.
Aquí te espera un tiempo
desposeído de sus fábulas,
un cuerpo castigado por la vida
y las zarzas de los caminos.
Si eres tú la que vienes
déjame una señal entre los árboles:
un velo blanco, una huella en el polvo
me bastarán en mi miseria.
Ven que la muerte espera,
como floresta magnífica espera la muerte;
si eres tú la que busco
ven protegida por un cielo.
Añadir un comentario