Escondida en tus cabellos
de lavanda y tabaco
quiero pensarte como una alondra
un pavo real
que me corona
fugaz el sabor de tu lengua
amargo chocolate
muerdo tu respiración
en palpitar de sábanas vírgenes
cómo caminar sin tus pasos
o mendigar tres lágrimas bajo la furia del sol
estoy en ti
aunque no lo sepas
desde antes
cuando tal vez creías que la mejor de tus canicas
era el mundo
y tú el príncipe el tirano el presidente
pero en tu soledad
me soñabas
donde el mar termina
donde el infinito ha marcado sus límites
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