Fluyendo en largo gesto
fabricas las mareas
Luna o mujer
así te haces presencia.
Los espejos de tus ojos
guardan peces y cosas repentinas:
barcos que se han perdido,
mapas para llegar al punto más frágil
de una orquídea
y un tiempo sin relojes contra tu hombro izquierdo,
allí el deseo se mueve como una sinfonía,
gravita entre los caracoles,
marca los arrecifes del color de tu pelo,
habla con el lenguaje que tienen tus pezones
y dictan a las nubes lugares no antes vistos.
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