Rameras de la noche sin consuelo
las notas del reloj que dibujaban
sus trípticos, pendientes de la hora
buscaban el color desesperadas
donde el blanco
tajo en la piel de las estrellas
llovía sobre el papel
y las mudas madreselvas lo miraban.
Allá lejos, tan lejos
en una arista lunar,
donde la blancura
prosigue la ruptura incontrolable
un tren esboza carrileras
bajo el pulso sin tregua de la noche.
Añadir un comentario