yo que he visto la diferencia,
en la sombra que aún proyectan los objetos en mis ojos
-esa pasión de reconstruir la pérdida;
el despilfarro de la sensación-
del único país que no es lejano
a donde vas. donde te quedas.
sé que en la tablilla de terracota
que data del reinado de algún rey,
con caligrafía japonesa en forma de surcos
están marcados tus días.
los días son el lugar donde vivimos
no hay otro espacio que la franja que traspasan
tus ojos al crepúsculo.
no podrás escoger otro lugar que
el sirio de los días,
su diferencia.
Yen esa rajadura entre dos mundos
renacer a una especie (más estética)
donde podamos vivir otra conciencia de los días
sin los despilfarros de cada conquista.
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