Este es el cielo de azulada altura
y este el lucero y esta la mañana
y esta la rosa y ésta la manzana
y esta la madre para la ternura.
Y esta la abeja para la dulzura
y este el cordero de la tibia lana
y estos: la nieve de blancura vana
y el surtidor de líquida hermosura.
Y esta la espiga que nos da la harina
y esta la luz para la mariposa
y esta la tarde donde el ave trina.
Te pongo en posesión de cada cosa,
callándote tal vez que está la espina
más cerca del dolor que de la rosa.
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