No me dijeron: el bosque está ocupado
ni tampoco: el bosque es ente vivo
yo me vine a ganarlo porque era libre entrar
y más fuerte y más hondo
y más viejo que yo.
No me dijeron: hay una casa adentro
ni tampoco: hay una casa adentro con mujer
yo estaba en un olvido de puertas amaestradas
para volverme cárcel las veredas.
Quien recuerde, lo diga:
nadie habita dos veces en el mismo bosque
que un desertor arrasa.
Lo demás es leyenda:
que una ninfa infeliz deambula entre los fresnos
que es fría como los peces
que anda en busca del gnomo para pertenecer.
Recobraré el perdón por haberme soñado
en un bosque desierto
jamás inscrito en la cartografía de mis edades.
Pero éste fue mi bosque
aquí comí la miel
aquí me puse a defender el polen.
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