Tras el engaño de la capa suave,
un encendido toro va burlado
y siente con furor que el trapo alado
se le escapa ligero como un ave.
A sí va mi pasión tras ese grave
fantasma vaporoso que he soñado,
y despierto creyéndole alcanzado,
mas viento sólo entre mis brazos cabe.
Y así mi corazón, igual que el toro,
desborda su pasión huracanada
hecho dolor brevísimo y sonoro.
mas la ilusión ha sido derrotada
y la sangre se ha vuelto largo lloro
bajo el reinado firme de la espada.
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