Qué violencia la de estas humaredas
avanzan apretadas
apagadas
descalzas
hay que olvidar la perspectiva del deseo inflamado
la permanencia de la llama compacta
son las herramientas de un recuerdo destruido
empujado hacia el polvo áspero
empujado por el amor al incendio
para complacer a las cenizas
si ese postigo no regresa
así ese calor nos expulsa de la madrugada.
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