Domingo y Juana al frente del ‘vapor’ Asimina.
Faustino y su tabaco y el mismo delantal
de su trabajo. Doña María y Carmen con sus cabellos
jóvenes (que cuesta recordar) tomadas de la mano.
Mi abuelo en sus botines y todo el desarreglo
de aquel saco de lana con el que lo encontraron
(suerte que se bañó, dijeron en la casa
el día de su muerte en el mercado).
Yo con el sobretodo de mi primo mayor
(que duró casi toda la primaria)
y las manos de Nina arriba de mis hombros.
Anónimos parientes en el margen izquierdo
con gorras y bufandas, marineros y amigos del fotógrafo.
Dársena 4, atrás, en letra de mi padre
que nunca pudo con él para estas cosas, ni tuvo
tiempo nunca y apenas me abrazó la última vez.
Fueron sueños pequeños: ‘Buena salud y trabajo’
como una casa vista desde el aire
y era toda la vida.
Retrato de familia de José Antonio Cedrón
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