Cuando sobre el pecho inclinas
la melancólica frente,
una azucena tronchada
me pareces. 
Porque al darte la pureza
de que es símbolo celeste,
como a ella te hizo Dios
de oro y nieve.
		Añadir un comentario
		
				
	
Cuando sobre el pecho inclinas
la melancólica frente,
una azucena tronchada
me pareces. 
Porque al darte la pureza
de que es símbolo celeste,
como a ella te hizo Dios
de oro y nieve.