Le besé la mano y olía a jabón:
yo llevé la mía contra el corazón.
Le besé la mano breve y delicada
y la boca mía quedó perfumada.
muchachita limpia, quien a ti se atreva,
que como tus manos huela a ropa nueva.
¡Besé sus cabellos de crencha ondulada:
si también olían a ropa lavada!
¿A qué linfa llevas tu cuerpo y tu ropa?
¿En qué fuente pura te lavas la cara?
Muchachita limpia, si eres una copa
llena de agua clara.
Comentarios sobre el poema
Creo que uno de sus mejores poemas es Retrato de mujer o Ella era una muchacha muy gorda y muy fea,
Gilda Rincón