The moon is the mother of pathos and pity
Wallace Stevens
Es hermoso y sagrado el reino de la noche,
lo pueblan suaves seres que maquillan sus ojos
y mezclan la tristeza con el sabor del júbilo.
Seres agrestes para quienes el amor tiene
todos los nombres del peligro. Las lámparas dejan
su ámbar por la noche. La lluvia su dulzura.
Los inmaduros cuerpos el delicado olor de su erotismo.
Rugen las motos. Cada puerta es un viaje sin destino.
Entonces tu cabello, como la piel suave de los hombros
desnudos, abunda más en bronce, se abandona a los tactos.
Son más dulces los labios. Más cálido de luna el río
esbelto y bello de tus piernas. Somos de ese reino,
donde como en Chuang-tsé, el filósofo, se mezcla sueño y vida.
Donde amar es provocación y goce, y un cuerpo el misticismo.