Estoy contigo
cuando levantas la mirada,
si eres donaire o jazmín puro
en el dolor como en la calma.
cuando el sol dora el fondo de tus ojos,
cuando en el alto alcor, tranquila, cantas,
cuando se encienden tu alma y tus cabellos,
estoy contigo.
Siempre que burles todas las celadas,
siempre que huelas a radiantes frutas,
siempre que me acompañes en la marcha,
estoy contigo.
Si te empapas con el rocío,
si te alumbras con el poniente,
si te regocija el alba,
si permaneces en tu sitio,
como una lumbre vencedora,
si sales a enfrentar la madrugada,
si todo se da en ti, luz de mis ojos,
al levantarse airosa de la manta,
estoy contigo.
Pero cuando te envuelves con un frío
silencio inútil de intranquilas aguas,
si te enajenas de tu propia dicha,
si el mediodía hiere tus pisadas,
si para darte todo lo que tengo
el fuego herido de mi amor no basta,
si te acercas con rostro ensombrecido,
si desandas las huellas conquistadas,
no, no estoy contigo.