Unas hojas
-mustias, ocres-
fingen ser mariposas
mecidas por un viento
hueco:
vibran,
revolotean.
Me lleva esa deriva,
la frágil suspensión pero serena,
su absorto devaneo
me lleva…
Será que a mí también me basta un soplo suyo
para soltar al vuelo un peso muerto.
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