Los antiguos hablaron de la Musa.
Del Numen Don Manuel Josef Quintana
(naturalmente, entre signos de admiración).
Otros de ángel, de duende, de un dedo celestial
y otros mil artilugios
que en un pérez -afirman levantan un Poeta.
La experiencia prefiere dejarse de cumplidos:
obstinada, nos habla
más bien de madres locas, de padres coroneles,
de palizas borrachas
o largas tardes grises meditando la lluvia
en la ventana de la soledad
como si cada verso tuviera en su pasado
un niño con las alas malheridas.
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