(Si te miro a ti,
que salga el sol o no salga
¿qué me importa a mí?
Camarón de la Isla)
HERMOSO es el desorden de mi pensamiento.
Yo no sigo el ejemplo de los ancianos:
busco lo mismo que buscaban.
Por eso, en esta diáspora de ti,
sé que el silencio que nos cubre es esto,
dos bultos que se pliegan y se envuelven
para volver de nuevo hasta su soledad.
Compruebo que es abril, que el invierno termina
y que incluso las flores son felices.
Soy como ellas, no pregunto nada;
y me limito a estar sobre tu cuerpo
como quien mira sin temor, de frente,
un eclipse
de sol.
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