Como una cinta de vídeo desgastada por el uso
el recuerdo que tengo de ti
ha perdido el sonido
y algunas líneas.
París te cubrió de tiempo,
como una nevada de años que borra tus facciones
y al pensar en Rue Cambon
mis manos se llenan de cenizas
que no logro componer
y que ya no queman.
Seguramente te amé.
Mi naturaleza es débil como el verso
y, a veces, -perdona-,
confundo pasión con fuego,
amor con Pablo Neruda.
Es mejor olvidar el regreso,
dejar que la memoria se pose rígida sobre nosotros.
Nuestros labios aún se besan, sin sabernos,
sobre un puente al que jamás
supimos dar nombre.
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