¡Qué difícil pensar de tan contenta,
no se puede escribir de tanta dicha!
a pío y canto el ave se encapricha
y vuela saboreando la tormenta.
Brota el renuevo y en la rama alienta
una explosión de júbilo predicha.
En lluvia y cal alivia su desdicha
la rosa estéril que vivir intenta.
Una paloma en leche se retiñe
y de tan alba nieve se alborota.
Todo está bien. El sol no se destiñe.
Que los tristes mastiquen su derrota,
yo muero de la risa que me ciñe,
bocanada de vida que me brota.
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