En los cuatro costados
sacrificio
y en la niñez
una muñeca herida.
Me empujaron
los sueños
en Septiembre
y de golpe,
con urgencia,
conocí al hombre.
Quise salvar el canto
tímidamente
y en la presencia del otoño
levanté mi casa
con dos ventanas
de tronco y rocío.
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